miércoles, 4 de julio de 2012

Verano

Hola todos! Indie al aparato. Hace un montón de tiempo que no he podido escribir nada porque mi dueña ha estado con... examis? esamenus... ah, sí, creo que se decía "exámenes" (estos humanos y sus palabros raros). El caso es que tenía siempre el ordenador y no me dejaba escribir nada... pero bueno, se lo perdono por esta vez. Ya es verano y hace bastante calor, menos mal que desapareció mi saco de lana peludo y caliente y en su lugar apareció un trapito fresco bajo el que esconderme. Por el olor, diría que estamos en un lugar diferente, lo que explicaría también todo el trasteo al que me han sometido estos días, metido en un transportín de aquí para allá... qué forma es esa de tratarme! Ahora el ambiente huele más a mar, pero sobre todo a árboles, a naturaleza, a hierba seca cortada... he de admitir que no está nada mal, y además aquí la temperatura no es tan alta.

Hoy mi dueña me ha cogido y me ha sacado fuera de mi jaula. De repente me he encontrado en medio de una enorme explanada llena de plantas y hojarasca. Un nuevo mundo de olores se abrió ante mi! Así que me puse manos a la obra a olisquearlo todo, de aquí para allá, de allá para acá, todo era diferente de lo que estaba acostumbrado. Hasta encontré algo rico que comerme, que mi dueña me quitó en cuanto se dió cuenta (qué poco gusto olfativo tienen las personas...), y luego me autoungí con ello, otorgándome un olor característico que ella definió como "blerg!" y "mierda" (no me preguntéis qué es eso), la cosa es que tras una media horilla de libertad, me llevó directo a la bañera y me dió con agua hasta que aquella delicia se fue de entre mis púas. Estuve otro ratillo correteando por la terraza, mientras mis patas iban dejando un rastro de huellas mojadas sobre la losa naranja. Cuando estuve más o menos seco, volví a mi jaula, me hice una bolita en mi trapo, y con todo el cansancio que llevaba encima, me quedé dormido...